jueves, 7 de junio de 2012

Acompañate, mejor.

Una profundidad emotiva
inundaba vocales,
un péndulo agita un mambo hibrido
que negando construías
definiéndolo.
Una bendición de la iglesia de la ciencia
que te salvaría del aislamiento
un prepoteo democrático,
de nunca elegir nada
porque en la isla, quién iba a ayudarte
o a tirarte una soga, y que con ella
te mates o subas, y me acompañes,
mejor vos, bajate y acompañate
no dejes ir tu ser esencial
desconociéndome con tu veranito,
otro bombardeo de confusión publicitaria
te hace dudar de tus ideas mas distinguidas,
y un amontonamiento que pretende
salvar al mundo con buenas intenciones
atesorando restricciones
y actuándolas parecían reales,
creando manos invisibles y títeres
nos ponen precios caprichosos
para deberle siempre a los bancos
y nos silban el oído enfermando
lo que no se cura con plata;
el uno y los otros eran inmedibles
y sin probarlas, los conducías
llevándolos de las pestañas
sin valor humano, diálogo ni Crítica,
para ser uno entre todos
y ninguno frente a vos mismo,
partiendo el espejo
despegando los vidrios
que lo fundamentaban idéntico;
otra abuela se muere
y esa es la realidad
de la materia siempre muriéndose
a veces manda la naturaleza
y otras la potencia la fe en la cabeza,
acá soplaba el viento fresquito
pero mas calentaba el solcito,
y siempre es gratis gastar el tiempito
manejando el control remoto
y sin controlar nada
dependiendo,
una tristeza redondeada pasaba por arriba
y ya no cortaba emociones,
una sofisticación de peluches
con tres malabaristas de la luna
andaban con los perros amarillos
que sabían de la magia del sol
aunque no compartían trucos
si su paz y calma
servían, utilitaristas?
escocistas acalambrados
de correr carreras contra ellos solos
de secretos y silencios perpetuados
en vasijas y cacharos,
con una buena aproximación
intuyéndose siempre
con los rollos desdoblados
y convidaban lo que no recibías,
luces urbanas y asfalto mojado,
maniquíes que hablaban tan vacío
en fiestas alocadas,
de sonrisas fetiches bien prestadas
sin arena ni playas, ni amigos cerca
yo tomaba un juguito de soja y manzanas
entre trencitos, daikiris y guirnaldas
se perdía el compromiso de mi mirada,
un vendaval feroz
desde tus hondos ojos tristes
y arrastraría verdades por precipicios
descalzados de montañas sin soles,
pero yo, gaste en otra poesía que poseías
la soga para rescatarte en esta instancia;
un latido estridente
en la bronca de no haber sido
lo querido, y en la desilusión
de haber dejado pasar tanto
por debajo y no haber encontrado
la verdadera conciencia,
ni palabra, menos una acción
de la pura nobleza integra
que habitaba los corazones
que no necesitaban causas ni razones
para esconder la pureza.
Una enredadera y sus flores
contrastaban naranjas
enseñándome la resistencia a las heladas
y lo mas crudo de este invierno,
cuando el tiempo apura
elegir es mas difícil,
porque la comodidad te acomoda
a un calvario dulce, que te aseguraría acompañado
sin la culpa y capaz con dinero.
Elegir siempre seria conociendo
y no, porque te mandas sin pensar.
Sino que libertad? Que?

1 comentario:

Gustavo dijo...

Muy profundo el relato. Y si. La comodidad te acomoda. En esta noche de frio sentado comodamente en la compu sin saber como llegue a esta blog.
Con mis oidos aturdidos de oir siempre lo mismo.
Con mis ojos cansados de ver todo el tiempo la mismas cosas.
Con mis piernas acostumbadas a recorrer las mismas calles.
Pero con la mente que no para de emitir imagenes, de soñar, de imaginar, de crear mundos nuevos, de bañar al cerebro con bellos colores.
Un motor que nos impulsa a seguir adelante.
Un abrazo